jueves, 18 de noviembre de 2010

Hasta donde llego

Es curioso lo triste que se ve un calabozo vacío,
un carricoche sin niño,
un ataúd sin muerto,
un parque sin columpios.
Podríamos meter al muerto en el calabozo
y al preso en el ataúd.
De los carricoches y columpios que se ocupen otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario