sábado, 20 de noviembre de 2010

Querido Príncipe

Mi príncipe tiene la mala costumbre de tener buenas costumbres.
Agotador.
Espero que lo estés leyendo, porque va solo y expresamente para ti.
Además, nadie sabe de la existencia de este blog, mas que tú. Osea que solo tú quiero que me escuches.
Cariño, me encantas, te adoro, pero también intento adorarme a mi.
Y con tanta compostura ya esque ni me encuentro. Bueno si, yo si me encuentro, pero a ti no.
Y ahorita necesito descansar, cagarme en la puta y no en voz bajita.
  •  Si digo que el gatito de mi prima es bizco, lo que quiero decir con eso es que el gatito precioso de mi prima es BIZCO. Ya está. No hay más.
  • Si te quiero dar un beso, el beso se da, nadie nos mira y señalará. Prometo que nadie nos bombardeará.
  • Si te suelto la mano porque esta me suda, simplemente me suda, pero no quiero dejar de verte para siempre. 
  • Si me atrevo a hablar más de lo apropiado y lo educado, ok, lo voy a hacer, mientras pueda y no me quede afónica de gritarle a todo Dios un poquito de por favor.
  • Si te digo que me duele la barriga, SI! ahí tenemos un problema, porque si me duele la barriga esque algo arriba no funciona bien y ahora es cuando ni tú ni yo sabremos que decirnos.
Por eso, querámonos sin más. Aquí o allí. Solos o acompañados. Enfadados o contentos.
Con dolor o sin dolor. Pero sin tantas preguntas, ni tantas composturas, por favor!

1 comentario:

  1. cariño, tanto en el fondo, como en la superficie, tienes toda la razón...

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