lunes, 29 de noviembre de 2010

Nosotros serenos

El mal, ese ser tan serio y tan poco conocido.
Acostumbrados a pensar que no existe,
cambiándole siempre el nombre,
quizá enfermedad, depravación, violación,
incesto, maltrato, corrupción.
Parece que suena mejor.
Pero esos sólo son sus modos de actuación.
Es una manera de hacerlo más fácil,
de poder vivir mejor, tranquilos.
Pero sabemos que esto no se sostiene,
cerramos las puertas con llave,
a las niñeras les ponemos cámaras,
a los loqueros agentes de seguridad
y procuramos no ir solos por la calle cuando sea demasiado tarde.
Demasiado tarde fue hace mucho tiempo,
y ya no hay serenos que valgan,
con el valor suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario