sábado, 20 de octubre de 2012

La mano que me recibe

La mano que me recibe
es la mano que me despide.
La mano que me aprieta con suavidad,
parece alegrarse de verme.
La mano que me acoge en su regazo
que me sosiega, que me acompaña.
Esa mano que me toma la temperatura
cuando llego y me la vuelve a tomar cuando me voy.
Ocupada con mi mano,
dedicada a ella, sólo a ella.
Y es que esa mano me devuelve a casa,
me mete en la cama después de una noche de locura
y me tapa en silencio.
La mano que me recibe
es la misma que me despide.
Y cuando llega ese momento
sabe hacerlo mejor todavía,
sabe bien lo que se trae entre manos.
Cuidando bien las despedidas,
cuidando bien el adiós.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario