miércoles, 10 de julio de 2013

Acompáñame a no amarte

No tengas problema,
no voy buscando tu corazón perdido
en ese capullo cuerpo que te posee.
Prefiero no encontrarlo,
de hecho, resulta más entrañable.
No tienes de qué preocuparte.
No fasciné con tu bondad,
con tu honestidad, con tu franqueza.
No tienes que hacer gala de ello.
Puedes seguir sin cogerme,
puedes seguir sin soltarme.
Haz todos los trucos que sepas.
No sufras por mi esperanza
de algún día sentirme liberada,
por fin bien atada.
Yo también me alimento de esto.
Sólo acompáñame,
acompáñame a no amarte.



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