jueves, 14 de noviembre de 2013

Ese trasto enloquecido

Esa foto se merece un viaje,
se merece un te adoro,
un buen brindis.
Y esque estando entre toda esa gente
sentí caer bien dentro de ti.
Aquél tranvía nos hizo recuperar
las horas que no tuvimos.
El crujir de la madera,
el viento en la cara,
su olor a viejo.
Ese trasto enloquecido
se convirtió en acogedor escenario
para poder disfrutarte un rato más.
Íbamos tan rápido
que creí despegar
y recé por no llegar nunca.



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