Él llevaba una mancha de maquillaje en su jersey.
No la busqué,
pero esta me encontró.
Era un jersey llamativo.
A rayas, con coderas.
Me fijé.
Ella estaba delante.
Ella no se maquilla.
Me miró y la miró.
Aquél vestigio parecía ser el único cómodo
de la escena.
Ella cogió el jersey y me preguntó
"¿Tú crees que con quitamanchas desaparecerá?"
Yo pensé,
"¿La mancha?
Seguro que sí."
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