jueves, 6 de noviembre de 2014

Quiéreme por hacer algo

Hoy compraba un anillo.
Uno de esos de brillantes.
Era un regalo.
No pagaba yo.
Los joyeros venden idiomas.
Hay gente que sabe español,
otra gente sólo inglés
y otros hablan el idioma del amor.
Ese anillo decía te quiero como quieras que te quiera.
Ese anillo decía quiero esperarte siempre en casa.
Ese anillo brillaba lo que ellos se querían.
Esto finalmente es poesía.
Esto es una mentira.
Yo quiero al del anillo y a la del anillo.
Son mi familia.
Él no es un hombre cualquiera,
y ella, ella guarda mucho dentro.
Juntos hacen un bonito anillo para mi.
Yo no quiero joyas.
No es falsa modestia,
llevo brillantes en un dedo.
A mi párame en la carretera
y quiéreme mientras corro detrás de un pequeño asustado.
Quiéreme cuando llore porque eché al amor a patadas
o cuando te diga que no quiero volver a verte.
Quiéreme mientras te odio por no poder acercarme
más de una mesita de noche.
O quiéreme.
Quiéreme por hacer algo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario