Renunciarte se está convirtiendo
en una de las batallas más duras.
Todos necesitamos esa cama
en la que caer muertos.
Renunciarte me deja sin ella.
Se que esto no acaba con nadie,
que el cuerpo sigue haciendo su trabajo,
que le dan igual mis intenciones.
Renunciarte ya es renunciarme.
Me echo de menos.
Aquélla tipa dura.