lunes, 26 de agosto de 2013

La vino a revolver

Fue justo la tercera piedra
la que le hizo oler que no era mala suerte.
Esta vez le gritó que se ladeara,
que pasara rodeando,
que no se entretuviera otra vez.
Piedra con luces de neón,
con vibración incorporada,
con carteles fluorescentes
que ahora chillaba lárgate.
Y ella,
creyéndose otra vez muy lista,
le bailó un poco,
le dio la mano e
hicieron un ratito el amor.
La vino a revolver.



jueves, 22 de agosto de 2013

Y vuelvo

Sólo pensarme mañana en esa ciudad
no deja que descanse esta noche.
Los 30 grados ya son compañeros amables.
La maleta está lista.
Y yo con ganas de tren.
Quiero sudar con gusto,
que me duelan las piernas de recorrer sus calles,
y estar con ella.
Mi difícil y tierna compañera.
La que me saca y recoge siempre.
Cálida como agosto,
fría como una tarde de navidad,
violenta como Madrid
y entrañable como esas casitas a la orilla del mar.
Buenas noches.