¿Cómo puede concentrarse
en un solo cuerpo tanto amor?
¿Cómo pueden 93 años
parecer 3 días?
¿Cómo me rebelo
del tiempo que nos atrapa?
Tu mirada es la misma que un día me escogió
sin dejarme apenas decidir.
Tus manos grandes,
ya marchitas, ya sin fuerza.
Las quiero conmigo, cerca.
¿Cómo quererte sin romperme?
¿Cómo verte sin ahogarme?
¿Cómo retener las ganas de apretarte?
No gastes una broma más,
te lo pido.
Deja que te quiera menos,
deja que me vacíe un poco de ti.
Quédate conmigo.
viernes, 21 de febrero de 2014
miércoles, 5 de febrero de 2014
Tuya
Es cuando veo la vejez despedirse,
Mía.
aquel perro muerto de soledad
y ese niño balbuceando palabras de amor.
Cuando quisiera salir corriendo a tus brazos,
esconderme debajo
y llorar bien bajito.
Es cuando veo el miedo avisante,
amenazando a una sola parada.
Cuando la noche pasa
sin pedir siquiera permiso.
Tan maleducada.
Cuando echo de menos
poder por fin caerme rendida.
Desvanecida en tus manos.
Desvanecida en tus manos.
Saltaría de golpe bajo tus sábanas,
me taparía del todo
y pegaría mi espalda desnuda contra la tuya.
Quieta.
Inmóvil.
Tuya.Inmóvil.
Mía.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)