martes, 11 de junio de 2013

Y el amor les explotó en la cara

Se encontraron entre llanto y desesperación,
entre desgaste y miedo.
Entre ruinas.
Y entre tanta lucha,
tanta ansiedad, 
tanta mentira,
dicen que se enamoraron.
El sudor amargo 
se les convirtió en la única salida.
Los demonios encontraron 
acogedor refugio en sus costados unidos.
Corriendo uno delante del otro
creyeron no verse,
no invadirse.
Llenando cada huequito
con desesperadas compañías.
Y una mala tarde
de tanto adorarse,
tanto quererse,
tanto cuidarse, 
lograron encontrarse.
Y el amor les explotó en la cara. 

Las buenas palabras

Fuiste tú quien me enseñó a renunciar,
a escapar del empeño,
a dejarte marchar.
Y hoy ya te siento agradecida.
El frío invadió mi cuerpo
mientras ardía en llamas.
Hiciste que me apagara de golpe,
en seco arrancaste tu veneno.
Y a veces logro confesar que aún lo echo de menos.
Pude quedarme quieta,
no huir directa hacia ti.
Esperar callada a que llegara la mala vida,
descansara en mi
y renunciara ante mi insolencia.
Fuiste tú quién me enseñó
que las cosas que no son importantes
no son importantes.
Y que las buenas palabras
mueren al desgarrar mi alma.

martes, 4 de junio de 2013

Condenados al placer de rechazarnos

Si por fin quieres sacarme de vista
ni se te ocurra decir "no"
o estaremos jodidamente perdidos.
Puede que te vayas,
que te largues y despidas,
pero como digas "no"
ya no decides tú.
Esa invitación al infierno
nunca me la pierdo.
Si me niegas un poquito,
me rechazas otro rato
y me das la espalda con desplante
más vale que no vuelvas la cabeza
o estaremos condenados
al placer de rechazarnos.
La decisión estará implacablemente tomada.
Porque más que tenerte,
más que tocarte,
mucho más que agarrarte
el placer de atormentarte me puede.