miércoles, 30 de noviembre de 2011

A lo que toque tocamos todos

Se me cierran los ojos,
me aburre, me cansa,
no insistas más,
Está todo hecho,
las cartas ya se echaron,
la pelota sigue rodando,
la lluvia cae.
Agota esta insistencia,
este empeño, esta agonía.
Juega tus cartas,
observa la pelota,
y coge paraguas.
Lo demás te sobra.

¡Pero si eres yo!

Quítatelo, fuera, despréndete,
desnúdate, quédate sola,
y sonríe, no disimules.
Se que te gusta esto.
Qué bien estar aquí conmigo,
ya me echaba de menos,
que descuidada me tenía,
¿y ese lunar? ¿es nuevo?
¿¡Cuánto tiempo he estado sin mirarte!?

Cuando empieza a oler

No quiero ver mas al muerto
que duerme en mi cama.
Llevamos ya unos años
y empieza a oler mal.
Aún oscurecido y torcido,
rígido y frío
sigue siendo una compañía.
Una compañía que ya parece
no servirme, parece molestarme,
cuanto menos inquietarme.
Inquieta por no saber cómo quitármelo de encima,
inquieta porque sigue aquí.
Y me levanto, mis ojos siguen pegados,
corro al baño, me corto el flequillo.
Ya está, vuelvo, vuelvo a la cama,
pero sigue estando ahí, sigue el mismo olor,
aquello sigue congelado.
Me levanto, cojo otra manta,
de las gordas, las que pesan,
me acuesto, otra vez.
Y ahí seguimos, él y yo,
los dos, cada uno con el otro,
y cada otro sin el uno.
Mañana volveré a intentarlo,
quitármelo de encima, dejarlo marchar.

jueves, 10 de noviembre de 2011

A esos ojos no

Con esos ojos no puedes estar hecha para sufrir,
con esa mirada nadie puede permitirse hacerte daño.
Mientras tus pupilas escandalizadas observan el mundo que te rodea,
nadie entiende quién es esa niña, de ojos grandes y tristes.
Con esos ojos no,
no puede ser, a ellos no.
Te peinas, maquillas y arreglas,
pero con esos ojos no,
esos ojos no pueden esconderse.
Atrapan, te duelen.
Porque con esos ojos no,
no estamos preparados para ellos,
para quererlos, para envidiarlos, para odiarlos.
A esos ojos no.

Estáte inquieta

Estáte inquieta,
no te relajes,
ni se te ocurra.
Ahí fuera están todos
muertos de miedo.
Sedientos de sed,
hambrientos de hambre,
y congelados de frío.
Mantente inquieta,
no les quites ojo,
sigilosa, en la oscuridad,
imparable en la espera.
Continua como si
en cualquier momento
fuera a pasar algo importante.
Estáte inquieta,
tranquilamente inquieta.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Pasa

Y qué pasa si sí?
Qué pasa si quiero?
Qué pasa si siento?
Qué pasa si soy, tal cual?
Paso yo,
me adelanto,
me miro por detrás,
y me pregunto,
y qué pasa si sí?
y qué pasa si no?
y qué pasa si paso?
Me miro correr
sin poder alcanzarme,
sudorosa por el llanto,
cansada por la desesperación.
Pero, y qué pasa si sí?
o que pasa si no?
Pasa que pasa,
pasa que no queda.

sábado, 6 de agosto de 2011

No lo sientas

Esa presión en el pecho que no se va,
que se ha quedado, que ya parece ser mía.
Las despedidas nunca me gustaron,
pero esta la deseo, la necesito,
que se vaya, que me libere, que me suelte.
Como un gato, que se levanta,
ni si quiera te mira y se va.
Te quiere, pero se va.
Así quiero que se vaya,
con amor, pero lejos.
Que me escriba desde donde esté,
que esté, pero no aquí,
no conmigo.
Lejos, muy lejos.
Te quiero tanto que no puedo,
no puedo aguantarlo más.
Te aseguro que este dolor me está matando,
sabes que no soy del todo egoísta.
Pero ya no hablo yo, hablan mis pulmones
que están dejando de respirar.
Ellos necesitan aire,
más que yo te necesito a ti.

Rota, que no muerta

Cuando algo se rompe,
se quiebra por fin,
es buena señal.
Siempre lo es.
Estamos para eso,
para rompernos,
corrompernos y disfrutarlo.
Sentirlo como tuyo, como tú.
No es otra cosa,
más que tú y lo que de ti queda.
Valorar ese dolor que te acoge
y te deja ser, te deja estar.
Sin más.
Dolorida y viva.

domingo, 26 de junio de 2011

Te lo agradezco

Te agradezco que me entrampes,
que me persigas, que me sigas,
que no quieras abandonarme,
que me ames como sepas,
como puedas, como quieras.
Te lo agradezco,
aunque quizá no tanto.
Te agradezco que estés, cuando estés
y si no lo estás sólo sugiero que no estés.
Si prefieres quedarte a mirar,
te pediría que sólo mirases
y si no vas a mirar,
déjame sola, estoy bien,
no hay de qué preocuparse.
Te lo agradezco.

sábado, 2 de abril de 2011

¿Quién jode a quién?

¿Cómo sabe uno cuándo ha hecho el amor o ha jodido?
O lo que es peor, cuándo le han jodido mientras hacía el amor.
O cuándo ha jodido uno mientras le hacían el amor.
Parece un dilema gracioso,
pero creo que roza el drama.
Yo, a día de hoy, no se si he hecho el amor alguna vez
o alguna vez he jodido.

¿Demasiado amor?

Cuántas veces lo habré escuchado:
"Me equivoqué, se que fui yo,
amé, amé demasiado."
Y es verdad,
esas cosas nunca salen bien.
Pero siempre me hago la misma pregunta,
Amaste demasiado,
pero, ¿a quién?
¿A él?
¿A ella?
¿A vosotros?
¿A lo que fue?
¿A lo que no?
¿A qué?
Nunca se contestarme con certeza,
tampoco me atrevo a preguntar.
Pero creo que sí,
la mayoría de veces amamos demasiado,
lo que no sabemos es qué,
ni a quién.

Desempleo emocional

Desempleo emocional,
cuando proyectas,
cuando te haces un proyecto,
de vida, de futuro,
llámalo según creas.
Cuando ves tu felicidad en algo que no quieres,
pero que debes.
Algo que te enseñaron
y ni ellos lo comprenden.
Algo que está podrido desde hace tiempo,
pero parece no olerlo nadie.
Algo que nunca funcionó
y todavía hoy se aplica.
Y llegas, cumples años,
te asustas y te casas.
Ya está, parece que lo conseguiste,
una vida normal, saludable,
una vida llena, plena.
Plena de desilusiones,
de decepciones, de frustraciones,
pero normal, con su orden catastrófico,
que te tranquiliza y apacigua.
Buenas noches,
mañana será otro día,
otro día igual.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Al amor de Javi

Nunca me gustaron las cartas de amor,
parecen tan fingidas, tan compuestas
por todo menos por amor.
Pero ahora, que me da por decepcionarme,
en vez de por indignarme, me dedico a escribir mil y una cartas de amor.
Esta misma, es una carta de amor, es una gran y jodida carta de amor.
No amor del bueno,
ni amor del malo,
no, sólo es amor.
Y ya que no me gustan nada las cartas de amor,
por qué no hacerles un bonito homenaje.

Querido amor mio:
Eres todo lo que necesito, todo lo que nunca soñé,
todo lo que pensé que no existía.
Y aquí estás tú, dándome lecciones de amor desde que te levantas,
hasta que te duermes derruido por este mundo lleno de tanto amor.
Pero no amor del bueno,
ni amor del malo,
sólo de amor.
Amor como el que hay aquí, tanto amor que solo podemos rendirnos a él.
Sin mencionar palabra, así como yo me rindo a ti, mi amor, a tu bondad, a tu hombría,
a tu silencio, a tu amor.
Te quiero tanto, que a veces pienso en no volver a verte nunca más, liberarme así de todo este amor,
que no entiendo y duele.
Hasta que ves que no hay nada que comprender, no hay nada que hacer,
es amor.
Tan empalagoso que ahoga y sin él no puedes respirar.
Por eso, mi vida, te escribo esta carta de amor, porque es amor de lo que hablo.
Es de ti de quien hablo.

Queridos Papas

Y aprovechar para decirlo,
que os quiero, porque me da la gana.
Porque hay tantas cosas que me impiden decirlo,
que hasta le cojo el gustillo.
Aquí, vuestra pequeña,
siempre os quiso tanto como pudo,
como supo.
Cada vez me pido menos, y me salen las cosas mejor,
ahora no me pido nada, hoy no me pido nada,
y os digo que os quiero, como a nadie puedo querer.
Son cosas ajenas a mi, no me siento responsable de todo este amor,
la vida me lo dio y yo os lo intento devolver.

Por qué te indignas, si lo que estás es decepcionada!

Yo voy y me indigno,
subo las escaleras indignada,
cojo el ascensor indignada,
monto en coche indignada,
camino mientras sigo indignada.
Intentando desesperadamente ignorar algo,
mientras continuo indignada.
No logro identificar qué es,
creo que mi  indignación lleva las riendas
demasiado tiempo ya.
Pero si hago un esfuerzo, un gran pequeño esfuerzo,
y miro, solo miro delante, veo a esa señora triste,
decaída, maloliente por el tiempo que lleva persiguiéndome
sin apenas conseguir una mirada.
Esa señora tan decepcionada.

¿Y tú?

Yo no hablo de lo que se,
yo hablo de lo que no  se,
de lo que no entiendo,
de lo que se me escapa,
de lo que no llego,
de lo que me queda un poco,
o quizá demasiado.
Yo hablo de aquello que no se ve,
pero se siente,
de lo que se oye,
pero no se escucha,
de lo que te duele
pero no sabes donde.
De todo, absolutamente todo,
lo que no se.

domingo, 20 de marzo de 2011

El amor nos hace ciegos

Cierra los ojos cariño,
que los tienes muy bonitos
y la gente se deslumbra.
Ya, ya se que así no se puede vivir,
pero no te preocupes,
yo te compro un perro guía.

martes, 8 de marzo de 2011

No colindes demasiado

Una persona que sueña colindando la habitación de "los otros",
que vive sin vivir,
que llora las penas de ellos,
que disfruta con sus risas,
que sólo esa unión,
esa relación, le da tranquilidad
y la mata.
Muerte lenta y dolorosa,
muerte que acaba cuando ella acaba,
cuando ya no hay más.
Cuando la confusión te acerca milagrosamente
al final, al final de esa nada que has vivido,
al final de ese cero que invade,
que hiere y penetra, casi sin escrúpulos.
Y llora, sólo llora, aquí tienes un testigo.

¿Y qué tal si no cuadramos?

Creo que nos tomamos demasiado en serio
lo de ser almas gemelas,
lo de vivir para encontrarla,
para por fin encontrarte.
Eso de que si el otro no fuma,
tú vas y lo dejas, el tabaco, digo.
Si le gusta el fútbol, si bueno,
tú también puedes forofearte de algo.
Si prefiere el monte a la playa,
vendes tu chalecito de Calblanque
y te mudas a un camping, aunque
los días de plaga de mosquitos tigre puedes quedarte en casa.
En qué casa? En la que vendiste no,
en la de tu madre o en la de la madre del alma gemela.
Quizá sea confortable.
Y que al final de la temporada,
al final de toda una vida llena de todo en común,
el alma que buscaba amor y encontró un gemelo,
llega a casa y se cansa, de estar siempre acompañado de si mismo,
y nunca estar a solas con él, el real, no el gemelo.
Cansado de que no hayan mas espejos en casa que los que
el propio gemelo le pone.
Cansado de creer que duerme con un psicópata gemelar,
que quiere arrebatarle su vida con la buena excusa de amarle.
No creo que queramos gemelos como amantes,
creo más bien en todo lo contrario.
Creo que está bien encontrar algo que no cuadra,
que no te cuadra, que no os cuadra a ninguno
y que os encanta.
Tan incuadrable que engancha.

martes, 22 de febrero de 2011

Ángel

Mi abuelo dice que hay gente enterrada
que está mejor que él.
Yo digo que hay gente que está viva
que mataría por tener un trocito de su carisma.
Mi abuelo tiene 90 años, cumplidos,
todo un campeón, lo que se dice un caballero,
un señor, sí señor.
Un señor de otro mundo, sacado de una película de héroes,
donde solo cabe uno, él.
Un señor que ha vivido el antes, el ahora y el después,
porque como él dice, ésta es su prórroga.
Y yo creo que las prórrogas sólo se dan cuando la circunstancia lo merece,
cuando no puede ser de otra manera, cuando si no se hace,
algo malo viene después, irreparable.
Ojalá su prórroga, mi prórroga, y os aseguro que vuestra prórroga,
dure para siempre.

De padrinos

Un padrino de una boda,
de un nacimiento,
de un bautizo,
de una vida.
Padrino de ti, de mi,
de nosotros y de él.
Apadrino a aquel que quiera ser padrino
de la chica que espera que la apadrinen.
Un buen gesto.

Chico playboy come here!

Melena rubia al viento,
rubia caramelo con mechas un tono mas oscuras,
de color zorro silvestre recién levantado.
Peinada con plancha de placas de porcelana
que suelta vapor a la vez que amor
y lleva diamantes falsos incrustados,
de un color entre rosado y fucsia,
según como lo mires, según te pille.
Gafas de aviador, último modelo,
entre marrones y verdes, con la montura dorada,
pero un dorado tostado, viejo, de hoy.
Vaqueros desgastados de fábrica, de unos 120 años
aprox., ni ajustados ni anchos, ni todo lo contrario,
so cool.
Camiseta básica, blanca, so casual.
Chico rubio de melena al viento, tan bello como afortunado,
apenas ve lo que tiene en frente con su flequillazo,
pero le queda tan bien!