miércoles, 16 de mayo de 2012

Pobre chica

Esa chica tuvo que sentirlo,
tuvo que dolerle, tuvo que quemarle.
Esa chica, a esa chica no podemos dejarla,
sólo hizo lo que nadie se atrevió nunca hacer.
Pero comprobó que no le compensó,
no le compensó nada.
Esa chica tuvo que sentirlo,
todavía su aliento sabe a podrido,
su alma sigue torcida
y no parece poder sanarla.
Esa chica, esa pobre chica,
no se merece tener que sanarse,
no por esto, no se merece pasar por esto.
Esa chica sigue en cama, hoy tampoco ha salido,
ya no sabe ni que espera ni cuanto tiempo lleva así.
Los médicos parecen observarla sin esperanzas,
esas miradas compasivas no le hacen nada.
Anestesiada del dolor, no consigue deshacerse de él.

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