sábado, 27 de abril de 2013

Sólo a mi odio

Cuando me pillas en esos momentos
que parecen bajos pero son tan sabios.
Cuando me encuentras en ese instante
en que una caricia es lo único que me devuelve la vida.
Cuando por fin me rompo, me caigo.
Me dejo.
Aparecen algodones embalando mi cama,
de esos de azúcar, rositas.
Cuando me pillas así de frágil,
así de libre, así de mía.
Te echo tanto de menos
que sólo dejo que mi odio se siente en tu sillón.
Dejo el resto en sus manos.
Sólo así sabe más suave.
Sólo así sabes más lento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario