miércoles, 22 de mayo de 2013

A coco

Otra vez vuelvo a oler como siempre,
como aquél día que me hice adicta al coco.
Y puedo confesarte
que me siento de nuevo tan conmigo
que hasta se me escapa sonreír un poco.
Parece hacerme invencible.
Tan pequeña, tan bonita.
Tan dulce.
No creo que vuelva a dejarlo,
ni siquiera creo
que vaya a ponerme a tiro bajo el agua.
En un tiempo.
Recuerdo que mi padre decía
una y otra lo que detestaba ese olor
y a mi me seguía pareciendo tan tierno.
Un toque de caramelo,
un rastro azucarado,
como si viniera de una fiesta de cumpleaños
de nenes chicos.
Y hoy vuelvo a ello,
a dejar que me huelan.
Con cariño, con empalago,
con desagrado.
Pero sigo tan encantada de conocerlo
que ya no podría dejar que se esfume solo.
Volvemos a ser,
volvemos a oler juntos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario