miércoles, 22 de mayo de 2013

Pequeña nena enamorada

A ciertas horas de la noche,
ya a oscuras en esta habitación
parece que sólo quedamos nosotros.
Yo y mi querido ego herido,
al que poca atención le presto
desde hace ya unos cuantos días.
Tanto amor bandido,
tanta declaración de intenciones,
tantos ruegos.
Tanta sangre regalada,
que ya se me está poniendo quejoso.
Y esque da un gustito ver cómo se mueren por uno,
cómo se rajan por dentro,
cómo les desgarra un ladeo
que hoy no le voy a quitar ese placer a mi pequeño.
De hecho esta vez voy a morirme un ratito por ello.
Un rato corto pero mio.
Un rato para la nena de flequillo cansado,
para esos ojos ligeramente caídos,
para esa boca entreabierta.
Nena gruñona, valiente,
amante y vulnerable.
Enamorada de lo que fue,
de lo que vivió, de lo que espera que llegue.
Asustada de los adioses,
enganchada a los perdones rotos
y miedosa.
Miedosa de las miradas.
Pequeña nena enamorada,
no te sientas nunca sola
nunca te dejaré.
Nacimos juntas y prometo cuidarte.
Como si fueras mi aire,
como si fueras mi tierra,
Mi luz.
Mi pequeña nena enamorada
no tengas miedo a nada,
si puedes y te fijas bien
verás cómo muero cada día por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario