miércoles, 17 de noviembre de 2010

Mis pequeños

He descubierto que tengo principios,
sí, de esos morales, pero a veces
estos se me escapan, se van de noche a escondidas
y vuelven en la madrugada cargados.
Cargados de armas, de fuerza,
de una fuerza incontrolable y peligrosa.
Cuando los veo llegar así, intento calmarlos, sosegarlos, incluso darles cariño.
Pobres, son como mis hijos.
Saben que los quiero, pero a veces mamá sufre por ellos.

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